Los senderos de Vinaròs

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El término municipal de Vinaròs cuenta con 95’46 kilómetros cuadrados y una franja costera de 12 kilómetros. De ahí que desde el consistorio se haya trabajado en la adecuación y señalización de senderos que discurren tanto por la costa como por el interior del termino municipal.

En el siguiente reportaje nos centramos en los senderos que promociona el Ayuntamiento, cuatro en total incluyendo el GR-92 en su tramo que discurre por Vinaròs.

Sendero que bien pueden realizarse a pie o en bicicleta y que si desean más información pueden dirigirse a la oficina de turismo situada en el tramo Colón del paseo marítimo.

Sendero Jardí de Sol de Riu

Este sendero se desarrolla en el norte del término municipal en un espacio del litoral en el que descubriremos cómo era la costa virgen antes del desarrollo urbanístico.

Es un recorrido de 1,4 kilómetros que transcurre entre preciosos acantilados en su estado original a lo largo del cual veremos paneles informativos que nos ofrecen interesantes detalles sobre el mar Mediterráneo, las proximidades rurales de regadío, los cultivos, las especies botánicas existentes y el delta del Ebro, uno de los humedales más importantes de Europa, visible desde los miradores del sendero.

Este tramo de costa es el único virgen de Vinaròs, donde no han llegado las construcciones.

Sendero de Aiguaoliva

El sendero comienza en la desembocadura del barranco de Aiguadoliva, situada en la playa del mismo nombre, en el sur del término municipal, donde se encuentra un poste que indica la dirección a seguir por el mismo lecho del barranco.

Posteriormente cruzaremos, por un paso inferior, la antigua N-340 y, por otro paso, la línea férrea. Unos metros más adelante veremos a la derecha el campo de Sant Gregori, pero seguiremos por el margen izquierdo del lecho del barranco.

Poco después, pasaremos por debajo de la carretera a Càlig y, más adelante, de la autopista. A nuestra izquierda, veremos el poblado íbero del Puig de la Nao (Benicarló). A continuación, pasaremos el desvío del Camí de Xivert, continuando por otro que va por encima del barranco y alejándose un poco de este para atravesar campos de naranjos para luego volver al mismo. En este tramo encontraremos una interesante variedad de árboles, como el roble valenciano (Quercus cerriodes) o el madroño.

Continuaremos por el lecho de nuevo durante un buen tramo y lo retomaremos por la segunda senda a la derecha, que nos llevará hasta otra que tomaremos a la izquierda para llegar al camino de Càlig e Ulldecona, donde se ubica una microrreserva de flora con una mesa de interpretación.

Después, cogeremos el camino en dirección a Ulldecona, pasando un suave barranco hasta ver un refugio de piedra en seco con otra mesa de interpretación. Cruzaremos de nuevo la carretera N-340 y pasaremos varios campos de naranjos hasta encontrar el camino de Canet lo Roig a Vinaròs, en el que giraremos a la derecha. En adelante, el cauce del río Cervol nos acompañará hasta que, pasada la autopista, giraremos por un camino ascendente que transcurre entre huertos y pinares. Este nos llevará hasta el santuario de la Misericordia, punto en el que este finaliza itinerario. Podemos regresar a Vinaròs por el sendero GR-92.

Sendero Redona de l’ermita

Este sendero discurre dentro del Paraje Natural de la Serra del Puig. Comienza en el santuario de la Misericordia, enclave de gran interés arquitectónico, religioso y artístico, desde el que se disfruta de unas espléndidas vistas de gran parte del territorio de Vinaròs y del mar Mediterráneo. Está dividido en tres tramos:

1º Tramo (dificultad alta)

El sendero empieza en la esquina sudeste del santuario, en la pista de tierra que bordea el Vilar. Este tramo desciende hacia el este entre almendros y olivos abandonados, ahora invadidos por pinos, coscojas y enebros, entre otras especies. Continuaremos bajando mientras contemplamos una gran panorámica de toda la plana, desde el Montsià hasta Peñíscola. Unos 100 metros más abajo, encontraremos los restos de la “Torreta del Moros”, torre vigía medieval levantada para advertir la posible llegada de invasores piratas. Desde este punto, la senda sube las pendientes más inclinadas del recorrido. Unos 70 metros más adelante, encontraremos dos simas que indican la presencia de posibles grutas subterráneas. Pasadas estas, unos 300 metros más arriba, llegaremos al poblado íbero del Puig, cerca del cual se encuentra la cruz, desde donde podremos disfrutar de unas excelentes vistas de la zona.

2º  Tramo (dificultad baja)

En el punto en que se unen el vía crucis y el poblado íbero, la senda comienza a bajar hasta cruzar la carretera que viene de Vinaròs. Tras esta, continuaremos entre olivos centenarios para adentrarnos en el arboreto, muestra de árboles y arbustos del bosque mediterráneo. Cerca de este, veremos el insectario, donde se crían plantas que alimentan orugas de mariposas.

Después, continuaremos hacia el noroeste por una densa pinada que cuenta con una cómoda área de descanso. A partir de ella, apreciaremos que tanto el matorral como el romero, la coscoja o la jarra son de poca altura, pero muy densos. Luego llegaremos al tentadero Pan y Toros, donde giraremos hacia el norte por un cortafuegos y ascenderemos por él hasta encontrar de nuevo el sendero. Una vez en él, giraremos al oeste y nos encontraremos con una caseta de bóveda conocida como la “Caseta dels Sorrongos”. Continuaremos ascendiendo hasta llegar a los restos de tres antiguos hornos de cal. Unos 10 metros más adelante, llegaremos al camino asfaltado, junto a las antenas de los repetidores, donde hay una conexión con el sendero GR-92.

3º Tramo (dificultad baja)

Continuando por el cortafuegos, la senda va hacia el este, atravesando una zona de pinada joven con repoblaciones de robles y carrascas (algunas muy singulares). Tras atravesar otro cortafuegos, caminaremos entre pinos de repoblación junto a enebros, coscojas y romeros. Al tercer cortafuegos, giraremos a la derecha, en dirección sur, hasta alcanzar el mojón que indica el límite de propiedades. Desde los miradores, observaremos una preciosa vista de la costa y de la sierra del Montsià. Por último, continuaremos por el sendero marcado y llegaremos de nuevo al santuario, punto de partida del recorrido.

Sendero GR-92-Sendero del Mediterráneo

Este sendero forma parte de la red Senderos Europeos de Gran Recorrido (GR), que comienza en Alemania y cuenta con 3.000 kilómetros señalizados, 24 de los cuales transcurren por el término municipal de Vinaròs.

Se puede transitar sin mayor dificultad y alberga en su recorrido lugares de interés geográfico, histórico, botánico y arquitectónico. Puede realizarse en tres etapas diferenciadas:

Vinaròs – Santuario de la Misericordia (9 kilómetros)

Este tramo parte del antiguo colegio de Sant Sebastià, ubicado a mitad del paseo marítimo, y transcurre junto al mar en dirección norte hasta la desembocadura del río Cervol. Una vez aquí, bordearemos el río siguiendo las marcas y pasaremos a la otra orilla por el puente de Dalt. A nuestra izquierda, veremos un puente romano, los canales del río y, un poco más adelante, la cruz construida sobre el poblado íbero, dónde gozaremos de unas espectaculares vistas que comprenden desde la llanura hasta las montañas de Montsià y Els Ports, pasando por el mar y el Delta del Ebro. Después, llegaremos pronto al santuario de la Misericordia y San Sebastián, lugar de gran valor religioso, arquitectónico y paisajístico, desde el que parte el segundo tramo de este recorrido, así como el sendero local Redona de l’Ermita.

Santuario de la Misericordia – Puente medieval del Molino del Olivar (11 kilómetros)

Situados en la puerta del santuario, tomaremos dirección oeste hasta alcanzar la colina de Barona, el punto más alto de todo el itinerario (165 metros), donde también disfrutaremos de unas bonitas vistas de la zona. A partir de aquí, descenderemos hasta llegar al terreno llano, atravesado por el barranco de la Barbiguera, un tramo que transcurre entre campos cítricos y alguno de secano. Finalmente, llegamos a los mojones de Els Tres Fitons del Regne, que delimitan las tierras valencianas y catalanas, y el Puente medieval del Molino de Olivar, sobre el río Sénia.

Vinaròs – Barranco de Aiguadoliva (4 kilómetros)

Al igual que el primer tramo, este también parte del antiguo colegio de Sant Sebastià y transcurre junto al mar, pero en este caso en dirección sur. Entraremos en la zona portuaria, pasando junto a la lonja de pescado y, poco después, junto a la plaza de toros y el varadero, hasta llegar a la playa del Clot. A partir de aquí, pasaremos junto a una gran cantidad de calas y, tras dejar a un lado el cabo del Puntal, llegaremos al barranco de Aiguadoliva, donde podremos contemplar la bella flora y fauna propia de las zonas húmedas.

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