La Perdición cambia de imagen y sorprende con un nuevo coupage que expresa la esencia del Alto Palancia

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La Cooperativa de Viver lanza La Perdición 2022, un vino tinto fino y elegante que apela más que nunca al territorio, con un nuevo diseño de etiqueta

La Cooperativa de Viver ha lanzado la nueva añada de su emblemático vino tinto La Perdición con una imagen renovada y una reformulación de su coupage que refleja la inconfundible esencia del territorio del Alto Palancia. La mujer azul que ha inspirado las etiquetas de La Perdición desde su origen, creadas por diferentes artistas de la comarca para cada una de las añadas, ha dado paso a una imagen definitiva, más limpia y conceptual, donde una geometría laberíntica de intenso color rubí brilla sobre un fondo negro que se mimetiza con la botella en un guiño al sentido último del nombre de este tinto crianza.
“Queríamos darle a La Perdición una identidad visual fácilmente reconocible, porque a pesar de que el juego de cambiar de etiqueta cada añada con ilustraciones de artistas locales era muy interesante, resultaba complicado para fijar el producto en la mente del consumidor”, comenta Cati Corell, directora de producto y agroturismo de la Cooperativa de Viver. Asimismo, la nueva imagen pretende ser una alegoría de la elegancia, la nitidez y la complejidad aromática de este nuevo coupage.


Syrah, la protagonista
En esta nueva elaboración se ha potenciado la variedad Syrah, una uva que vegeta especialmente bien en esta comarca castellonense y ofrece un excelente perfil enológico, al que acompañan una combinación de tempranillo con un toque de merlot y garnacha madurada durante 12 meses en barrica de roble francés.
“Se trata de un vino mucho más fino y elegante, donde nuestro paisaje y entorno están mucho más presente que en la anterior añada”, comenta Paco Ribelles, técnico agrónomo de la Cooperativa de Viver, quien supervisa el cultivo de las vides y ha elaborado el vino en colaboración con la consultora enológica Uva Destino de los expertos Pepe Mendoza y Maloles Blázquez.
“Es un vino tinto de terroir, claramente identitario, donde las arcillas rojas y las piedras de rodeno que tenemos en el viñedo le aportan un eminente carácter mineral, con aromas a grafito y de óxido de hierro que lo hacen único”, explica Paco Ribelles. Las notas mediterráneas de romero, tomillo y garriga se entrelazan con las ahumadas provenientes de su cuidado paso por barrica, mientras en boca se presenta como un vino pleno, equilibrado y muy largo dotado de taninos finos que lo harán vivir los próximos diez años. Un gran vino de autores que refleja el espíritu cooperativo del que surge este proyecto.
Cuidado proceso de elaboración
Las vides de las que proceden los racimos para La Perdición se encuentran en la comarca del Alto Palancia, caracterizada por suelos calcáreos y de rodeno de textura francoarenosa. Se vendimian por variedades y de forma manual, con una cuidada selección en el campo y un transporte a la bodega en cajas de menos de 10 kilos para garantizar la máxima calidad de las uvas.
Durante el proceso de elaboración se realiza un despalillado suave para mantener el grano lo más entero posible y se encuba con un 20% de racimo totalmente entero, tras lo cual se produce una fermentación alcohólica controlada a 22ºC en depósitos de acero inoxidable. El proceso culmina con el reposo del vino durante un año en barricas de roble francés usado.
La Perdición 2022, que cuenta con una producción limitada de 5.500 botellas, se presentará oficialmente el miércoles 6 de marzo en el Mesón del Vino de las fiestas de la Magdalena, en Castellón de la Plana, si bien ya está disponible en la agrotienda y la web de la Cooperativa de Viver.

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