Esta es la octava ruta de las once con las que cuenta el Camino del Cid, se trata de una ruta circular de unos 145 kilómetros con inicio y final en Calamocha (Teruel). Una ruta que puede realizarse en coche o moto en una jornada.
Esta pequeña ruta en forma de anillo comienza y acaba en Calamocha. El porqué de esta ruta es fácil, el Cantar del mío Cid narra que Rodrigo, en su viaje hacia Valencia, emplazó varios campamentos en lo que hoy es Aragón, y desde los cuales lanzaba ataques para sojuzgar a las poblaciones musulmanas y, sobre todo, conseguir alimentos y bienes con los que pagar a sus hombres.
Uno de los campamentos, el más famoso, lo situó en El Poyo del Cid, a 6 km de Calamocha. Con anterioridad había concentrado sus fuerzas en Allucant, un lugar que sigue siendo un enigma su situación, pero que algunos estudiosos identifican con Gallocanta, a 22 kilómetros de Calamocha. Desde allí lanzó una correría de diez días por Monforte de Moyuela, Huesa del Común y Montalbán.
La presencia del Cid en la zona debió de ser continuada, ya que, habiéndose trasladado ya a El Poyo del Cid, el Cantar nos dice que el río Martín, «todo le tributaba».
Que vamos a encontrar
La ruta comienza en Calamocha, donde el Cid histórico acampó en 1088 con un poderoso ejército, y prosigue por carreteras tranquilas hasta Monforte de Moyuela, donde encontramos el primero de los tres castillos de importancia de este anillo.
El segundo es Huesa del Común, a 11 kilómetros, un castillo roqueromuy atractivo que custodia una muela ideal para la escalada libre. Huesa es una población pequeña en la que merece la pena detenerse: al castillo se asciende por una senda escarpada que explica por sí sola el emplazamiento defensivo de la fortaleza.
La ruta prosigue por pequeños pueblos como Plou, con el aspecto casi fantasmal de sus tenadas abandonadas, o La Hoz de la Vieja, que ofrece una impresionante panorámica.
Montallbán, a 15 kilómetros, es el epicentro de este viaje ya que se trata de un pueblo monumental. Sobresalen a ojos del viajero sus callejuelas, las poderosas vistas, su castillo en ruinas y la iglesia de Santiago, una mole gótico-mudéjar, sede de la Encomienda Mayor de Santiago.
Montalbán se encuentra dentro del Parque Cultural del Río Martín, un espacio natural de cañones y cortados que se extiende hacia el noreste, siguiendo el cauce del río Martín, por lo que puede ser el inicio a otras excursiones por el territorio de las llamadas Cuencas Mineras.
El río Martín aparece citado en el Cantar, donde se informa de que todo el valle tributaba al Cid. No sabemos en qué poblaciones pensaba el poeta, posiblemente en algunas situadas más allá de Montalbán.
Regresamos a Calamocha por Martín del Río, donde nace este curso de agua, y por otros pueblos insertos en los parajes naturales de la Sierra de Fonfría y los las lomas yesíferas de Barrachina y Cutanda.
Para los más interesados en la historia y en pisar lugares con «pedigrí», os aconsejamos desviaros, una vez pasado Barrachina, a Cutanda situado a 2,5 kilómetros fuera de ruta. Hoy nada le distingue de otros pueblos, pero en 1120 tuvo lugar allí la batalla entre Alfonso I de Aragón, el Batallador, e Ibn Yussuf, el general almorávide, que caería derrotado. Esta victoria aragonesa propició la rendición de las fortalezas almorávides de los valles del Jalón y del Jiloca.
Si queréis seguir la secuencia narrativa de este anillo, podéis comenzar la ruta en Gallocanta (en Zaragoza), población donde, según algunos estudiosos del Cantar, el Cid tuvo el campamento base desde el que lanzó su ataque por estas tierras.
*Información e imágenes extraídas de www.caminodelcid.org.