Hoy os voy a desmitificar la concepción de los vinos blancos en España. Muchos pensáis que los vinos blancos en nuestro país deben ser «blanquitos» afrutados, que no es igual a dulces, o secos y fáciles de beber. Y es que existe vida fuera de estos dos conceptos que tenemos en mente.
Para empezar os diré que la mayoría de los vinos blancos son afrutados, que no es igual a encontrarnos un vino abocado o dulce, puesto que podemos encontrarnos vinos afrutados secos y vinos afrutados algo abocados o dulces. Si nos fijamos en la añada de un vino, tenemos que pensar que no todos los vinos están elaborados para degustarlos nada más salen al mercado (a punto de salir la añada 2024) y debemos tener la paciencia de guardarlos un tiempo para que expresen sus mejores condiciones. Pero además de éstos dos estilos de vino, existen más formas de elaborar, como vinos con sobre lías (las lías son esos bichitos glotones que se encargan de transformar el azúcar de la uva en alcohol y cuando una vez se lo comen, mueren. Si el enólogo deja las lías en contacto con el vino algún tiempo antes de filtrar, éste será más untuoso). También encontramos vinos brisados que son los vinos blancos que algún tiempo de su fermentación se realiza en contacto con las pieles u hollejos (de aquí salen los famosos vinos naranjas).
Otro estilo de vinos son los que pasan parte del tiempo en su elaboración en barrica, habitualmente tienen más matices y cuerpo que los anteriores. Existen más estilos de vinos blancos como los generosos (vinos que se les añade alcohol), pero los veremos en próximas publicaciones.
Pero, ¿por qué os explico esto? Pues os comento, me he propuesto que todos vosotros y vosotras tengáis una cultura del vino mayor y así bebamos mejores vinos, e incluso los consumidores de vino tinto, también disfruten de ciertos vinos blancos, y que además, seamos capaces de encontrar nuestro gusto personal, probando y probando diferentes estilos de elaboraciones. Así que os animo a catar todo tipo de vinos y salir de nuestra zona de confort, como una denominación de origen en concreto o vinos elaborados de con una variedad de uva que creáis que es la que más os gusta. Si os atrevéis a probar vinos diferentes, de zonas o variedades desconocidas para vosotros puede que os guste mucho más de lo que estabais bebiendo hasta el momento.
También nos tenemos que quitar de la cabeza que los vinos blancos en España deben ser para quitarnos la sed o para los que no les gusta el vino. Tenemos bodegas increíbles en nuestro país, con vinos blancos excepcionales, así que nos tenemos que aprovechar de ello y disfrutarlos.
En estos artículos que hoy empiezo, os voy a proponer que probéis vinos de bodegas más o menos conocidas, con precios asequibles y que seguro que disfrutaréis de ellos. Además os pido que cuando elegimos el color del vino, no hagamos distinción con el precio, si es blanco, tinto o espumoso, os tendréis que acostumbrar a gastaros el mismo dinero sin mirar el color.
Dicho esto, cuando me preguntáis cual es el mejor vino que existe, yo siempre respondo que disfruto con muchos vinos pero sobretodo porque intento catar todos los vinos que están a mi alcance, y aunque bien es cierto que hay vinos que no están dentro de mis gustos personales, puedo tener ese criterio por haber catado una gran variedad de vinos y he creado mi gusto personal, cosa que voy a intentar que todos y todas vosotras lo hagáis conmigo sin miedo a abrir vuestras mentes.
Para terminar, os doy la bienvenida a este pequeño espacio que tengo la gran suerte que me hayan ofrecido y espero que catemos y aprendamos todos y todas juntas de este maravilloso mundo del vino.
Salud y empezamos…
