Eventos culinarios como el de ‘Mestizaje de Culturas’ del pasado fin de semana hacen creer que estamos cada vez más cerca de lograr que Castellón sea declarada Capital Española de la Gastronomía en 2025. Tras el éxito de hace un mes en D’Autor con ‘5 Elementos Experience’, la asesoría gastronómica Casual Chefs ha diseñado un segundo evento que ha tenido como escenario NUDO Beach (Grau de Castelló) en su pre-inauguración. Los encargados de diseñar esta experiencia de mestizaje han sido una vez más los chefs Héctor Gimeno y Pau Bermejo. La agencia de comunicación Trebol Tree completó el equipo de colaboradores.
Un total de 44 comensales pudieron disfrutar a orillas del mar de un menú inspirado en algunos de los platos más icónicos de la cocina mundial. Algo así como un viaje sensorial por la cultura gastronómica de diez países diferentes a través del paladar, poniendo siempre en valor los productos locales de Castellón. El menú arrancaba con un cóctel de bienvenida de ginebra y frutos rojos que refrescó el paladar para iniciar este viaje sensorial que empezó con un aperitivo en el que los chefs contaron con el Gremio de Panaderos de Castellón para hacer una pirueta de rosquilleta con la textura de la coca de tomate acompañada de un salmorejo y una mantequilla.
Con el primer plato, Chili Crab de erizo mediterráneo y aire de clochina, viajaron hasta Singapur. Como maridaje perfecto una cerveza 100% castellonense, Engendro de De beer Factory, en cuya etiqueta luce una obra del artista también castellonense Maseda. De Singapur a Perú con un tiradito de pulpo del Grao sobre causalimeña donde productos como el ají amarillo convivían a la perfección con una olivada trufada del Maestrazgo. La siguiente parada recayó en Japón con un sushi roll de atún rojo de lonja.
Un vino blanco de la bodega Flors fue el encargado de maridar con el cuarto plato, un tom yum goong con langostino de Vinaròs inspirado en Tailandia y el plato con más sabor español a base de una deconstrucción de la tortilla de patata con milhojas de mantequilla, merengue salado y salsa brava con toques asiáticos. La misma bodega Flors eligió su tinto Clotàs para el baba ganoush con cecina de Morella en culan que transportó al comensal hasta el Líbano, el montaje de taco con tuétano, mole y costilla de influencia mexicana y el meloso de ternera estilo Memphis con una barbacoa típica de los EEUU.
El dulce tuvo tres paradas. Un pre poste atrevido con un homenaje de los chefs a la alcachofa autóctona haciendo un guiño a Italia, un postre de soufflé de algarroba de la terreta que recordaba a Francia y unos petit four vuelta al hogar con dos trufas, una de chocolate negro miso y cúrcuma y otra de chocolate blanco yuzu y gengibre. Los chefs, como buenos maestros, asignaron a los estudiantes de Gasma, la misión de crear el petit four dulce haciendo guiño a los países, para despedir el evento. Los postres se acompañaron de un cóctel esta vez de guayaba, ron añejo y naranja de la huerta del chef.
Si la comida fue excelente y el escenario idílico la guinda de pastel fue la fusión con el arte y la cultura de la mano de la escuela de danza Coppelia que suma más de 28 años de trayectoria. La piscina de NUDO se transformó en un escenario donde intercalados con los platos se presentaron cinco bailes; contemporáneo, flamenco (para introducir el plato de España), urbano (enlazado con EEUU), danza clásica y una pieza final inspirada en el teatro-musical de Chicago. La sorpresa fue la participación exclusiva del castellonense Félix Balado, especialista en danza urbana que demostró su gran talento. La cena dejó más que un buen sabor de boca entre todos los asistentes. La próxima cita será en Girona a principios de octubre.