Peñíscola celebró ayer viernes el primer día dedicado a la Patrona de la ciudad. La jornada festiva se inicio por la mañana con los bailes, que centraron todas las miradas en la Plaza del Ayuntamiento, donde se encontraban la Reina, su Corte de Honor y las autoridades locales.
Durante la tarde, al finalizar el octavo día del novenario y la procesión por las calles del casco antiguo, la Plaza de Armas fue el escenario de las actuaciones de «dansants», llauradores», «cavallets» y de la danza-batalla de Moros y Cristianos. Los componentes del Grup Cultural de Danses volvieron a emocionar a los allí presentes con la torre humana y los emotivos versos del «loero», que hicieron vibrar a los asistentes.