Una fortaleza que se levantó por los musulmanes en el siglo X sobre asentamientos iberos y romanos
Uno de los atractivos turísticos de Onda es el Castillo de las 300 Torres. Vamos a conocer esta fortaleza, aunque lo mejor es visitarla y disfrutar del resto de atractivos de esta población.
Desde el web de turismo de Onda se detalla que según Ramón Muntaner (1265 – 1336), caballero y escritor catalán, en su Crónica se refirió metafóricamente al Castillo de Onda como el Castillo de las 300 Torres ya que, en su época de máximo esplendor, tuvo tantas torres como días tiene el año.
Sobre la huella de las antiguas culturas ibéricas y romanas, los musulmanes construyeron en el siglo X una extraordinaria fortaleza. Esta misma, todavía hoy, 11 siglos después, sigue vigilando la ciudad. El castillo se encuentra situado a 284 metros sobre el nivel del mar y ocupa una superficie aproximada de 25.500 metros cuadrados.
La ciudad fortificada y su castillo fueron codiciados desde su fundación en la época califal, llegando a ser la ciudad más importante al Norte del Sarq Al-Andalus en el siglo XII y convirtiéndose en el centro de las funciones administrativas de su área de influencia.
La lucha por su control hizo que el mismo Cid Campeador lo conquistara para volverlo a perder ante los Almorávides en el siglo XII. No obstante, el Rey Jaume I El Conquistador llegó en el siglo XIII. Fue concretamente, en el año 1248, cuando Zayyan, el último rey musulmán de Valencia, rindió Onda al rey Jaume I. A partir de ese momento, Onda y su castillo pasaron a manos cristianas.
Tras la conquista cristiana, el castillo y la villa estuvieron bajo las órdenes militares del Temple, del Hospital y de Montesa, sucesivamente. A principios del siglo XIV, la ciudad-fortaleza aún debía de ser impresionante y su visión dio pie a referirse a la misma, de manera metafórica, como Castillo de las 300 Torres.
Debido a su ubicación, el castillo fue testigo y participó en numerosos conflictos bélicos como: la Guerra de Castilla en el siglo XIV, la de las Germanías en el XVI, la de Sucesión en el XVIII en la que se mantuvo fiel a la causa borbónica e incluso las tropas napoleónicas lo ocuparon en 1812.
En 1840, después de las guerras carlistas, la fortaleza fue rehabilitada y, finalmente, durante la Guerra Civil Española, el castillo también tomó parte en enfrentamientos entre ambos bandos. Entre 1920 y 1948, el Castillo se utilizó como Colonia Escolar por los padres carmelitas, construyéndose edificios de la Escuela y la Iglesia sobre antiguas estructuras.
La distribución de la fortaleza
La ciudad-fortaleza comprendía de dos espacios, por un lado, la medina amurallada o ciudad civil, con una primera línea de muralla y el castillo o ciudad político-militar.
En el castillo, por su parte, se diferencian dos recintos: el primero sería el albacar o plaza, segunda línea de muralla y, a su vez, dividido en dos zonas: el albacar o plaza interior en la parte superior y la exterior en la parte inmediatamente inferior.
El segundo recinto que se encuentra en el interior de la fortaleza es el Alcazaba, lugar de residencia del oficial, del sultán o alcaide, ubicada en la parte más elevada del castillo, formando la tercera y última línea de muralla.
El edificio que se encuentra a la entrada del castillo es la recepción o zona de acogida al visitante. Este fue levantado por los frailes carmelitas a principios del siglo XX y funcionó como Colonia Escolar entre 1920 y 1950 y que, únicamente fue interrumpido por la Guerra Civil.
Para la construcción de este edificio, los frailes aprovecharon la estructura todavía existente del aljibe principal del castillo árabe, que suministraba de agua a todos aquellos que vivían en el interior de la fortaleza.