Para la bailarina austriaca Carmen Pratzner, residente en Viena, la oportunidad de participar en la residencia artística de danza contemporánea Nodus de la Fundación Caja Castellón “llegó en un momento en el que estaba pensando en dejar la danza, ¡pero esto me mostró nuevamente lo mucho que significa para mí!”, afirmaba emocionada en el coloquio posterior a su actuación en la iglesia parroquial de Suera al que asistieron representantes de todos los colectivos sociales y culturales de Suera, añadiendo lo increíble que ha sido conocer a todas las personas que han participado en esta experiencia. Una semana de “aprendizaje, risas, trabajo duro y compañerismo que ha dejado huellas permanentes”, como destaca la bailarina argentina Estefanía Micelli, residente en Buenos Aires.
Lula Amir (Uruguay), Minkyung Kim (Corea), Cristóbal Andrés Santa María (Chile), Estefanía Miceli (Argentina) y Carmen María Pratzner (Austria), junto al bailarín y coreógrafo valenciano Toni Aparisi convivieron durante una semana en una residencia ideada para promover, expandir e innovar el repertorio de la danza contemporánea al desarrollar y crear nuevo repertorio artístico.
Estas opiniones reflejan la sensación generalizada y compartida por los seis bailarines y bailarinas de todo el mundo que participaron en la segunda residencia artística profesional Nodus en Suera (Castelló). En el espectáculo de la jornada de clausura, realizado en la iglesia parroquial del municipio, donde se mostró el trabajo realizado a lo largo de la semana de residencia, se evidenció, además, la conexión generada por estos artistas internacionales, invitados por la Fundación Caja Castellón, con los vecinos del municipio.
De hecho, para Alfredo Llopico, técnico de cultura de la Fundación Caja Castellón, la residencia Nodus ha demostrado ser una herramienta de cohesión. “Durante la semana de convivencia, se ha podido comprobar cómo artistas de diversas procedencias han interactuado con los vecinos del municipio en las sesiones de trabajo. Fue emocionante ver cómo grupos de niños, adolescentes y gente mayor que acudían cada mañana, se quedaban observando el progreso del trabajo, generando un sentido de comunidad y orgullo, como ha quedado manifestado de una manera muy especial en la sesión final”.
El presidente de la Fundación Caja Castellón, Serafí Bernat, junto al gerente de la institución, Leopoldo Monfort, señalaron que esta acción artística se enmarca “en la línea de vertebración de la cultura desarrollada por la Fundación en todo el territorio provincial, generando una red en crecimiento. Esta línea de acción fomenta la diversidad e identidad cultural al dinamizar espacios de encuentro y creatividad en municipios castellonenses, estableciendo relaciones de colaboración”. La acogida que ha tenido en las dos ediciones que se han realizado, “en la que la Fundación Caja Castellón ha recibido peticiones de participación de todo el mundo de tan elevado nivel técnico y artístico es un estímulo para seguir en esta línea de apoyo a la creación”.
Por su parte, José Martí, alcalde de Suera, destacó la importancia del intercambio artístico. De hecho, fue la vecina del municipio, Mª Amparo García, quien con sus intervenciones “Veus de l’Espadà” combinó elementos del folclore y la tradición local con piezas de danza contemporánea. Martí subrayó que “el intercambio artístico no solo enriquece a los individuos y comunidades involucradas, sino que también es un elemento de diálogo y entendimiento que contribuye significativamente al desarrollo cultural, social y económico a nivel global”.